La neuroplasticidad —la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones— es un concepto clave en la rehabilitación moderna. Gracias a ella, pacientes con lesiones neurológicas pueden recuperar funciones perdidas mediante entrenamiento intensivo y estímulos dirigidos.
Instituciones como la Universidad de Columbia y el Hospital Charité de Berlín han demostrado que técnicas como la terapia espejo, estimulación transcraneal y neurofeedback promueven la reorganización cortical y aceleran la recuperación motora.
Además, la integración de dispositivos de estimulación robótica y realidad aumentada en la fisioterapia está potenciando los efectos de la plasticidad cerebral. Estas innovaciones están transformando la forma en que se abordan secuelas de accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos y enfermedades neurodegenerativas.