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Urgencias en pediatría: actualizaciones 2024–2025 en reanimación, sepsis, trauma y ecografía a la cabecera

4 de septiembre de 2025 por
Urgencias en pediatría: actualizaciones 2024–2025 en reanimación, sepsis, trauma y ecografía a la cabecera
Ht investment inc, Health Training Institute
| Foto: Creada con IA

Las urgencias pediátricas demandan decisiones rápidas basadas en evidencia que cambia con frecuencia. En los últimos dos años han destacado cuatro ejes de actualización: reanimación cardiopulmonar pediátrica (PALS), redefinición de sepsis pediátrica, optimización del manejo del trauma y expansión del ultrasonido a la cabecera (POCUS) como herramienta diagnóstica y de guía terapéutica.

Reanimación pediátrica (PALS). 

El cuerpo de recomendaciones más robusto continúa siendo el consenso internacional 2020 (ILCOR/AHA), que subraya la importancia de una RCP de alta calidad, la ventilación eficaz y el soporte post-paro centrado en objetivos hemodinámicos y neurológicos. Aunque no se han emitido nuevas guías completas en 2024–2025, la AHA mantiene vigentes las recomendaciones y algoritmos, que siguen siendo el estándar para la práctica clínica y la formación, con énfasis en minimizar interrupciones en compresiones y reconocer ritmos desfibrilables con prontitud. La consistencia del mensaje —calidad de la RCP por encima de intervenciones menos probadas— y la disponibilidad de algoritmos actualizados facilitan la implementación en servicios de urgencias y transporte pediátrico. AHA Journalscpr.heart.org+1

Sepsis pediátrica: nuevas definiciones y su impacto. 

En enero de 2024, la Society of Critical Care Medicine (SCCM) publicó en JAMA los criterios internacionales (Task Force) que proponen abandonar SIRS como puerta de entrada diagnóstica y adoptar el Phoenix Sepsis Score (PSS). Se define sepsis como infección sospechada con ≥2 puntos de disfunción (respiratoria, cardiovascular, coagulación y/o neurológica); y shock séptico como sepsis con disfunción cardiovascular (hipotensión grave para la edad, lactato >5 mmol/L o necesidad de vasopresores). Estos criterios se derivaron y validaron con >3 millones de encuentros clínicos en 4 continentes y muestran una fuerte discriminación de mortalidad. Operativamente, el PSS reposiciona el foco clínico en la disfunción orgánica potencialmente mortal, armonizando la epidemiología con la toma de decisiones. ilas.org.br

En paralelo, el Surviving Sepsis Campaign mantiene recomendaciones terapéuticas clave: antibióticos dentro de la primera hora en shock; dentro de 3 horas si hay disfunción orgánica sin shock; evitar suplementaciones no probadas (zinc, vitamina C y D, tiamina) y transfusión restrictiva (evitar GR si Hb ≥7 g/dL en pacientes estabilizados). Estas recomendaciones, aun con calidad de evidencia variable, siguen orientando la práctica y enfatizan la rapidez diagnóstica-terapéutica y la parsimonia en intervenciones sin beneficio probado. Society of Critical Care Medicine (SCCM)+1

Marcadores clínicos prácticos: el tiempo de relleno capilar (TRC). 

La estandarización del TRC ha ganado tracción como indicador de perfusión y microcirculación. Estudios recientes en 2024 asocian TRC prolongado con alteraciones microvasculares, mayor degradación del glucocálix endotelial y peores desenlaces, reforzando su utilidad para monitorizar respuesta a fluidos y guiar decisiones durante las primeras 24 horas del manejo. La literatura sugiere umbrales operativos (<2 s descarta enfermedad grave con alta especificidad; >3 s asocia mayor mortalidad), siempre integrando el hallazgo a la evaluación clínica global. BioMed CentralPMC

Trauma pediátrico y decisiones de imagen. En traumatismo craneoencefálico (TCE) leve, las reglas de decisión PECARN continúan siendo la referencia para minimizar tomografías innecesarias sin incrementar el riesgo de pasar por alto lesiones clínicamente importantes. Revisiones 2024–2025 confirman su seguridad y expanden su aplicabilidad a decisiones sobre lesiones intraabdominales. En TCE leve, emergen herramientas como MRI rápida y biomarcadores sanguíneos; sin embargo, su uso aún es investigacional. La adopción disciplinada de PECARN, junto con caminos clínicos institucionales, reduce exposición a radiación y mejora la asignación de recursos. ScienceDirectBioMed CentralPMC

POCUS en urgencias pediátricas. 

La evidencia reciente muestra crecimiento sostenido del POCUS en el entorno hospitalario y en urgencias, con aplicaciones torácicas (neumotórax, consolidación), hemodinámicas (evaluación de choque, vena cava), neurológicas y oculares, además de su rol en procedimientos (accesos vasculares). Consensos internacionales y revisiones 2024–2025 recomiendan su integración bajo programas formales de entrenamiento y aseguramiento de calidad, lo que acelera diagnósticos, guía intervenciones y puede reducir tiempos a tratamiento. PubMedPMCScienceDirect

Triage en contextos de recursos limitados. Aunque clásicos, los lineamientos ETAT de la OMS siguen siendo útiles como marco de cribado, estabilización y priorización en centros con limitaciones de personal y equipamiento, con foco en obstrucción de vía aérea, dificultad respiratoria, choque, alteración de conciencia y deshidratación grave. En 2016 se emitió una actualización del manual que mantiene su vigencia operacional en estos entornos. Organización Mundial de la Salud

Implicaciones clínicas. 

En 2025, la práctica óptima en urgencias pediátricas combina: (1) adherencia a PALS con RCP de alta calidad; (2) reconocimiento de sepsis basado en disfunción orgánica (Phoenix) para alinear diagnóstico, epidemiología y decisiones; (3) uso juicioso de antibióticos y transfusiones según Surviving Sepsis; (4) reglas de decisión validadas (PECARN) para imagen en trauma; y (5) adopción programática de POCUS con entrenamiento y supervisión. La integración de marcadores clínicos simples (TRC) con herramientas avanzadas (POCUS) y algoritmos estandarizados mejora tiempos, seguridad y resultados.

La actualización 2024–2025 favorece marcos diagnósticos más precisos (Phoenix para sepsis), decisiones de imagen más seguras (PECARN), y una mayor utilización de POCUS con entrenamiento estructurado. La priorización de prácticas con beneficio demostrado y el descarte de intervenciones sin evidencia consolidada siguen siendo la piedra angular de una atención efectiva en urgencias pediátricas.


Fuentes: ilas.org.brSociety of Critical Care Medicine (SCCM)BioMed CentralPubMed

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